martes, 16 de septiembre de 2008

Mentirle a ella





No podría mentirle a ella porque si fuera de carne defraudaría al indefenso que creyó siempre en mí. A todos, pero nunca a ella: no en este momento en que precisamente el sentido reclama necesitarla para llorarle un rosario, que hace falta sentir que me escucha porque a nadie hace mal desahogar esta pena…que si no es ella, ¿quién?, ¿quién puede lidiar con el tormento equivocado sin pretender correspondencia?- sólo ella: tan buena, tan noble y serena.

Una corona sobre su cabeza vendría a ser un regalo en señal de lealtad, pero a ella no le hace falta porque es tan humilde que preferiría las ofensas en lugar de ser reina, pobre ilusa y tonta-terca, ¿preferir las ofensas? ¿Preferir la condena? ¿Preferir salvarme a salvarse ella? Pobre de ella.

¡Levantadme y a andar!, deja de creerte yo y comienza a ser ella; pero no me dejes aquí, no ahora, llevadme contigo y cuando muera podrás despedirte y seguir tu camino, porque alguien supremo ha decidido que estés conmigo aunque seas mi rival-enemiga. ¡No te rindas, nunca lo intentes!, rompe tu disfraz y elévate al viento para luchar por ser libre, y después volverás conmigo como siempre lo haces. Vendrás a abrazarme y limpiar mi llanto, a juzgarme y después perdonarme. Yo te rezaré mientras finjas ser ella aunque tú y yo sabemos que somos lo mismo, las dos mitades de un ser completo, indefinidos, inseparables.

Que si el espejo me dice que yo soy yo he de responderle que también soy ella, nunca idénticos pero siempre lo mismo. Soy semejante después de negarla porque inevitablemente vuelve a mí como un karma, como un Deja-vu de mis vidas futuras, y como la reina y mendiga a la que llamo conciencia






Conciencia:
Porque mentirme a mi mismo es mentirle a ella.








®Adrián Mariscal-2008

8 comentarios:

Anónimo dijo...

De nuevo genial. Prosa poética que se mete por los ojos

English Little Pills dijo...

El texto me ha gustado, como siempre, pero esta vez he de decir que además me han gustado mucho las imágenes. Genial.

Unknown dijo...

que hermoso texto le has dedicado a una de las que más sufren por nuestra culpa, besos,.

dvd dijo...

Precioso mientras lo leía y sonaba, no se sabía bien de dónde, Sigur Ros. El planeta se nos queda pequeño...

Capri c'est fini dijo...

Y cuando es ella la que nos miente???? Mantengo una lucha encarnizada con mi conciencia, porque no me deja ser malo...

Equipo Editorial dijo...
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Adrián Mariscal dijo...

* Gracias Suel, siempre trato de encontrar imàgenes que hagan buen juego con lo que escribo, hasta la fecha las he encontrado, no tengo quejas al respecto.

* Dàmaso, es cierto, las conciencias siempre son las olvidadas, jamàs asumen el rol protagònico y siempre procuran llevarnos por el camino del bien...pero como siempre, hay excepciones, hay cada individuo tan màs insolente y egoìsta que hasta parece no tener conciencia (ni indicio de ella)

Adrián Mariscal dijo...

* Dvd- què bueno que te haya gustado Sigur Ròs, es uno de mis grupos favoritos, sòlo ellos tienen ese toque armònico y fantasioso que te elevan a otros mundos mientras escuchas sus canciones, te recomiendo ademàs de "staralfur" las canciones de "hoppipolla" y "heima", seguro te gustaràn.

* Capri- pregunta difìcil, ¿què pasa cuando la conciencia es quien nos miente?, en mi caso no recuerdo alguna situaciòn en la que me haya mentido, pero debe ser una traiciòn mortal cuando es ella quien nos facilita la toma de decisiones acertivas. ¿puede ser mala la conciencia? esto va contra las acepciones que yo tengo sobre ella.

* Lùcida, a mì no sòlo me entrò por los ojos, me entrò por la mente, por los sueños, saliò por la boca, las manos y terminò en un papel.