domingo, 11 de enero de 2009

La Alternativa



La alternativa es encontrarme entre un mosaico de posibilidades, es delimitar mis pensamientos para sentirme parte no del mundo, sino de mí mismo, es darme cuenta que no puedo volar si antes no trazo planos sobre tierra. La alternativa es decirte que te amo cuando ya no puedo, no digamos por refugio, sino además por remedio.

No soy una posibilidad, con trabajo llego a ser una idea embarrada en un portal. Trabajo arduo sobre papel para inventar un poema que retrate lo que siento, y es ahí donde caigo en la cuenta de que “amor” y “corazón” son las palabras que nunca faltan en una composición. ¡Qué trillado es el amor!, ¡qué maldito enfermo es el amor! sobreexplotado, necio, gastado, absurdo, infame, lindo, indestructible, vulnerable, ridículo, necesario (¿y quién da más?) es el amor.

No conozco al que escribe, a duras penas sé que escribe porque hay algo que lo aflige y trata de escucharse o recuperarse…pero siempre hay algo, un tropiezo o un resquicio que lo hacen dar cuenta que hablar de él en tercera persona es como un infinito de alternativas, en algún momento es posible el silencio, pues la sinceridad tiene sus límites.

No puedo ser un excéntrico payaso que convalezca al mundo de sus conjeturas, y de qué sirve leer las ocurrencias de este despistado cuando lo único que intento es sanar un descalabro o relucir mis desvaríos, jugarle a la vida un poker todos los días y guardarme las mejores cartas hasta el final para sorprenderla con un haz bajo la manga.


La alternativa es perdonarme, alimentar al imperfecto que ante todo es ser humano, resistir con equilibrio los extremos desdeñables. La alternativa también es perdonarte, dejar de cegarnos en pasado y mirar al frente sosteniendo al amor entre las manos. La alternativa es pedirte compasión cuando soy un idiota y me lamento por tu olvido involuntario, es construir un lazo de mimos en tu mente para que no me extrañes cuando ya no esté.

¿Con que ésta es la alternativa para sobrevivirme?...nada impresionante, pura lógica de subsistencia, pues ya es sabido que tanto en la vida como en el amor, los egoístas y los estùpidos son los que salen perdiendo…
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®Adrián Mariscal-2009