viernes, 15 de agosto de 2008

Ese cuento cotidiano


Cuando Bella despertó sabía que habían pasado 100 años desde aquel hechizo que la mantuvo dormida durante tanto tiempo – ¿dónde está mi amado príncipe? – se preguntaba histérica, pues si mal no recordaba, el beso de un apuesto príncipe que le propondría matrimonio sería el antídoto contra el hechizo de esa malvada bruja. Esperar despierta le provocaba pánico, ¿en qué clase de cuento se encontraba?, y para no impacientarse se dirigió al tocador de su habitación para dedicarse a su arreglo personal, desconocía los motivos de la tardanza del príncipe Azul, pero fuera cual fuese el motivo no había pretexto para que no la encontrase espléndida. El pánico la invadió de nuevo cuando al verse al espejo pudo apreciar que sus ojos lucían màs ojerosos que los de una hembra mono en época de apareamiento, su cabello no podía estar màs opaco y enmarañado, bien podía ser usado para la escoba de la bruja màs terrorífica de la ciudad real. Ni que decir de su piel, lucía traslúcida y cansada - ¡OH No! – exclamó Bella, avizorándose de que 100 años no pasaron en vano sobre su rostro y su cuerpo. Sin resignarse, tomó algo de maquillaje para disimular la hinchazón de los ojos: un poquito de sombras y un poquito màs de corrector facial, después con un peine comenzó a acariciar su cabello para darle un reacomodo, finalmente un brillo labial para combatir la sequedad de su boca, pues todo debía estar listo para el beso de su esperado príncipe.

A continuación volvió a su cama y acostándose en posición fetal se forzaba a dormir para no alterar el final de la historia…pero para su sorpresa, el reloj seguía marcando las horas y ningún hombre aparecía. Por un momento creyó que el escritor del cuento que protagonizaba siempre mintió, sobretodo en la parte en que narra que al despertar después de 100 años se encontraba tan joven como siempre, y por supuesto empezaba a dudar también de la existencia del príncipe. - ¡Maldito seas Charles Perrault! – gritaba Bella y simultáneamente lloraba inconsolable, sus gritos se confundían con el llanto y viceversa, o tal vez ambos sentimientos eran parte de la misma rareza.

De repente, un hedor insoportable empezó a distraerle tanto que se olvidó del llanto, apestaba a hospital sin presupuesto, una mezcla entre medicamentos letales y ese olor que tienen los lamentos y la desesperanza en un lugar como tal, así de inexplicable era el hedor. Miraba hacia al suelo, y meditaba en que éste junto con el techo formaban una quinta y sexta pared que la encerraban en un cubo histérico. Después en el cubo se abrió una puerta y miró unos pies caminando hacia ella, un dejo de alegría y otro tanto de melancolía se acumulaban en esa sonrisa espontánea al reconocer a un hombre, se trataba de “Azul”, ¡sin duda era su príncipe Azul!...Bella corrió a abrazarlo y como para comprobar una vez màs que la realidad poco concordaba con el libreto del cuento ella fue quien le robó el beso, pero el beso tampoco resultó ser esa enorme experiencia que creyó, ni siquiera fue correspondida y sintiendo furia por el rechazo atentó contra él: un golpe en el pecho y después otro en el hombro fueron la respuesta a la indiferencia, y cuando se disponía a abofetearlo, Azul le sostuvo el brazo y gritó el nombre de una mujer que le trajo a Bella malos recuerdos, le pidió a esa mujer que le colocaran una camisa de fuerza y la calmaran…Bella no recuerda nada màs después de eso, sólo unos lamentos confundidos con sus recuerdos y un espacio blanco que la rodeaba, comparaba a ese espacio con una página en blanco. Seguro que esa mujer era la bruja que celosa por encontrarse con el príncipe la envió a dormir durante 100 años màs…

















¿Está seguro que el calmante para dormir es lo mejor que podemos hacer para ayudarla? – preguntaba la enfermera Sarah al Doctor Henrik.
- Descuida, dejo de ser un psiquiatra si ese suplemento somnífero no es eficiente para calmar su ira. Desde que su familia la entregó al manicomio ni las terapias han servido para sanarla del trauma de haber sido desertada en plena boda por quien creyó el amor de su vida. ¡Pobre Aurora!, al parecer estaba tan despechada que se impidió la posibilidad de conocer a alguien màs creyendo que quien la traicionaba era su verdadero príncipe Azul, y fue entonces como el real nunca llegó. Ahora sólo le queda el mismo nombre que el de la Bella durmiente, ja, ese cuento cotidiano.

El Doctor Henrik dio a Sarah una palmada en el hombro al notarla preocupaba, se justificó diciendo que el presupuesto del manicomio no daba para màs, además aún quedaban muchos enfermos por atender y le mencionó que por si no fueran suficientes los locos del manicomio, fuera de él había millones de ellos sin tratarse, sólo se diferenciaban de los internos en creerse cuerdos y transitar por la vida como si no fueran concientes ni de ellos mismos, como si en cada uno se encontrara un mundo distinto que les impedía solidarizarse con los otros, y como si fuera la indiferencia a las vidas paralelas esa única Ley que regía su manicomio espontáneo.




®Adrián Mariscal-2008

9 comentarios:

Miriã Lira dijo...

Holla amigo! Estoy tentando escrever em español, soy brasileña. Gustei mucho de seu blog, parabéns! Visite o meu.
Buenas noches. Gustei de la historieta. Yo trabajo en un periodico y usted faz periodismo...
Bessos, Miriã Lira

Adrián Mariscal dijo...

La verdad es que tenìa pensado en crear este blog dentro de una semana porque justo hoy mismo acabo de despedir al blog de mi pasado libro. (Acostumbro abrir un nuevo blog cada que empiezo un nuevo libro) pero me ganò la pasiòn y aquì me tienen abriendo blog con su texto inaugural el mismo dìa en que clausuro el otro.

Ojalà les guste

Un gran abrazo desde Jalisco Mèxico!

Miriã Lira dijo...

Sí sí, português es muy parecido com el español, assim podemos compreender o que o outro escreve.
Muy lindo o que usted escreve.
Estarei sempre visitando seus escritos.
você tem msn messenger?
Buenas noches!

Miriã Lira dijo...

Holla!
Seu mail estas guardado comigo.Esteremos em contacto.
Estava yo procurando blog interessante y encontrei o seu, por acaso.
Tenga un bueno dia!
Bessos de la amiga Miriã.
Abrazo del Brasil!

Javier dijo...

Bueno al fin llegué, leeré con calma.

Espiga de Papel dijo...

Hola!

Envolvente relato nos dejas en esta sección. Con la inventiva nata del escritor que eres. Se tiñó tu tintero de letras fantásticas y armoniosas acompañadas del sutil toque del alma en pena. Me gustó bastante el escrito. Un placer pasar. Y estaré frecuentando tu blog.

Marcia
zahir

Miriã Lira dijo...

Hola Adrian.

Estava yo releendo teu cuento y me siento tocada en la alma por tuas palavras. Me gusto mucho de el final...

Estoy muy contente en encontrar un escritor nato muy nuevo el la idade y con tantos dons, criatividade.

Bessos desde Brasil.

Miriã Lira dijo...

Adrian
Las ilustraciones de tu blog son de su autoria?
Son muy belas!
Un gran abrazo de la amiga desde Brasil.

English Little Pills dijo...

Preioso. Pero me he quedado con ganas de leer más, así que seguiré pasando en busca de ese tercer y cuarto post que tanto quería leer. Si no te importa te agrego en mi página.
Un saludo.